La verdad es que escribí este articulo hace unos tres meses para una clase de periodismo, pero ahora quiero informarles sobre un tema muy querido. Estos hechos hacen parte de mi historia y les quería contar un poco más sobre mi.
Además, viviendo en un país extranjero lejos de Europa, al presentarme, me di cuenta de que, generalmente, la gente no está enterada de la existencia de Bosnia. Las personas que ubicaban Bosnia y su historia, su cultura y su contexto actual, eran poquitas.
UNA PARTE DE MI…

Así que hoy, me atreví a contarles la historia de mi familia, antes de presentarles la problemática identidad bosnia de las nuevas generaciones. Mi familia de Bosnia. Parte de mi. Parte de mi corazón, de mi cultura, de mi ser. Mi familia se encuentra dispersada por el mundo por causa de la guerra de Yugoslavia: Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Suecia, Noruega, Dinamarca, Alemania, Francia, Bosnia, Croacia, Turquía, Australia…
Es el caso de un tío mío. Huyó a principios de la guerra con toda su familia. Uno de los únicos países quien les otorgó asilo fue Dinamarca, que estaba en búsqueda de mano de obra. “Nací en Bosnia y me moví a Dinamarca a los 11 años. Hablo bosnio con fluidez y puedo recordar muchas cosas antes de que viniéramos a Dinamarca.” Ahora, visita Bosnia casi todos los veranos, con sus hijos y su esposa. “Siento la identidad a través de la cultura y la tradición. Tenemos algunas asociaciones bosnias donde nos mantenemos en contacto con otras personas bosnias que también viven en Dinamarca. Pero he vivido aquí la mayor parte de mi vida, entonces también hablo danés con fluidez. Supongo que puedo decir que tengo una identidad doble, mixta. Por ejemplo, cuando la selección nacional bosnia juega, los animo, pero, por otra parte, animo al equipo danés.”
En cuanto a su experiencia de mudanza a Suecia, otro familiar mío me contó: “Lo que puedo decir acerca de la identidad bosnia es que no he cambiado yo; son las condiciones de vida que han cambiado. Mientras más lejos esté de mi país, más fuerte es mi amor por él. Les digo a mis hijos que son suecos nacidos con raíces bosnias. Es importante que los niños sepan de dónde vienen. Es más: ahora tenemos a familiares por todas partes del mundo. Obtuvimos lo mejor de dos mundos, el bosnio y el sueco, y eso nos está haciendo más fuertes y completos.”
…POR LA GUERRA…
Antes de todo,es importante recordar que en la guerra de Yugoslavia murieron unas 100.000 personas entre 1992 y 1995. La Yugoslavia de Tito era una federación socialista multiétnica, que se componía de Croacia, Eslovenia, Serbia, Bosnia y Herzegovina, Macedonia y Montenegro. Porque gozaban de una autonomía política, la muerte de Tito en 1980 simbolizó la reaparición de los rencores subconscientes y las desconfianzas recíprocas. Se llevaron a cabo elecciones “libres” a fines de los años 1980. A pesar de las alianzas que hicieron con los nacionalistas, los comunistas fueron derrotados. De allá, surgieron influencias etnocéntricas, que llevó a una voluntad de independencia por los pueblos. Una verdadera conciencia yugoslava se creó en los cincuenta años de existencia de la entidad, pero no fue suficiente para mantener el estado después del conflicto. “Las tensiones habían reaparecido. Los que lucharon entre sí durante la Segunda Guerra Mundial dejaron sentimientos de odio dentro de sus familias. Por ejemplo, los serbios contaron que los Ustachas (una organización terrorista croata) les quitaron los ojos y los arrojaron a canastas.”

Bosnia fue el país más devastado por la guerra. En este territorio de Europa del Sureste viven actualmente un 51% de bosniacos (bosnios de religión musulmana), 31% de serbios, 15% de croatas, así como un 3% de otras etnias. En eso radica la diferencia con los otros países balcanes: las tres comunidades siguen conviviendo a pesar de las consecuencias de la guerra.
… ¿YA NO EXISTE?
Ahora bien, para mi padre, su país de origen ya no existe. Él es hijo de inmigrantes y nació en Francia. Siempre se sintió yugoslavo porque fue criado en la tradición yugoslava, en el respeto de Tito. Su Yugoslavia de ahora se compone de su familia y los recuerdos que poseen. “Tengo muy preciso el recuerdo de toda mi familia cantando la gloria de Yugoslavia. Hasta la adolescencia, quiso volver a Yugoslavia.” Hizo su servicio militar durante el conflicto, en Sarajevo. “Volvió para exorcizar estos recuerdos. Necesitaba ver por qué estábamos en esta situación. Quería hacer la paz con esa memoria conflictiva.”
En el día de hoy, se nota un profundo problema de identidad dentro del pueblo bosnio. Una cosa es que se nota una verdadera búsqueda de identidad por las nuevas generaciones.Otra cosa es que Bosnia fue el último país en entrar en la guerra en abril de 1992, porque el “yugoslavismo” funcionó mejor allá. En efecto, no se reconocieron a sí mismos como la etnia musulmana creada. Su identidad se erigió como creación intelectual. “Una anécdota impactante es que el islam en Bosnia se destaca del islam de los Otomanos. Ambos son sunitas, pero en Bosnia se celebra a San Jorge, una fiesta ortodoxa. Este detalle se niega, por las huellas que dejó la guerra.”
Una característica de la identidad bosnia radica en que fue creada desde cero por los acuerdos de Dayton. Por ello hablamos de los musulmanes como grupo étnico. Como lo subraya mi padre, en 1878, gracias a un tratado entre los otomanos y los austrohúngaros, Bosnia pasó bajo el protectorado austrohúngaro. El país musulmán se convirtió en una entidad católica con una nueva forma de administrar. Lo primero que aplicaron fue un censo poblacional, que nunca habían hecho los otomanos. “Los pueblos tenían que determinarse a sí mismos. Hubo una simplificación de los grupos étnicos. Así, los Valaks (un grupo étnico rumano) fueron determinados como serbios porque eran de religión ortodoxa. Los que no fueron reconocidos como serbios o croatas fueron declarados musulmanes. No obstante, no eran tan distintas, puesto que se entendieron por hablar serbio.”
Más allá, la falta de identidad se subraya aún más al ver la administración del país. Presenta dificultades para desarrollarse frente a la franja croata que desea ser anexada y a la entidad serbia bosnia -llamada República Srpska– que aún se niega a reconocer Bosnia. “De repente, en el frente político, la presidencia rotatoria que Bosnia ha adoptado como una mini-Yugoslavia no funciona tan bien y tensiones se hacen sentir.”
A fin de cuentas, se puede concluir que en Bosnia, la paz parece sin convicción y el país como construido artificialmente. Así, si en la década de los 1990 les preguntara a mis abuelos bosniacos de qué país venían, dirían que eran yugoslavos y bosnios. Hoy en día, no más contestan con un silencio lleno de sentido.
Marina
Papa hizo el servicio militar como un soldado FRANCÉS. Trabajó de intérprete durante el conflicto.
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