[Manifiesto sobre América latina]
Decía Mercedes Sosa en una de sus canciones:
“Duerme, duerme negrito, que tu mama está en el campo, negrito”.
Pero, ¿y tu papá? ¿Y nuestro papá? ¿Y el papá de Latinoamérica? ¿Dónde está?
Bueno pues, Latinoamérica se queda con frecuencia sin padres. Es como si un fantasma se los llevara. Tal vez sea el fantasma de la negligencia, el de la guerra, el del desamor. Otros padres son fantasmas en sí; entran y salen de las vidas de sus hijos, se enorgullecen de su carga cromosómica hasta que deciden evaporarse con ella. Así le pasa a nuestra Latinoamérica. La tierra niña, la tierra de sólo doscientos años que todavía se pregunta qué debería hacer con ese padre suyo que nunca fue muy bueno, que nunca se quedó del todo, que sólo apareció por conveniencia: Europa. Y al mismo tiempo, en la escala de sus años para nosotros, se ha tenido que convertir en madre a través de todas sus hijas que se han estrellado con la vida en sus vientres o a sus pies.
Pero, ¿y el padre? Yo me sigo preguntando por él.
Pues creo que Latinoamérica se encuentra con frecuencia con dos madres: la que es madre y la que es padre. Mejor dicho, una madre que es madre y padre. El espécimen femenino latinoamericano: la langosta que en un lado es azul femenino y en el otro naranja masculino, la mariposa que en su otra mitad es ¿“mariposo”?, el cardenal rojo macho y su costado de blanca hembra.
La mamá latinoamericana como espécimen que los biólogos no pueden entender. La mamá latinoamericana y su diagnóstico: “Señora, usted es ginandromorfa: mitad hombre y mitad mujer”. Ella que pensó haber nacido mujer, pero que pronto tuvo que volverse más músculo de un lado, más cromosoma Y, más “hágale caso a su mamá”; más papá. La mamá latinoamericana y el sentido de ver su otro cromosoma X por el Y. Ella como X y Y. Criatura creada por sí misma de los pedazos de hombre que tiene que coserse o inventarse para hacerse eso que sus hijos también necesitan. La plasticidad del cuerpo femenino de La Argentina cuando sabe que tendrá que ser dos, que tendrá que ser también El Paraguay, El Perú.
En su esencia, Latinoamérica como mi padre y mi madre y, en su centro, la latinoamericana como padre y madre de Latinoamérica. Se avecinará el tiempo en que los padres de Latinoamérica se autodiagnosticarán madres ellos también.
Referencia de la foto:
- War, Latin America and Pre-Eclampsia: A History (pregnancy~child~idea~mother~divine loving~starts with self). Recuperado de: https://co.pinterest.com/pin/294211788136873204/?autologin=true
por Silvia Ortiz Gómez
L’œil de Marina 