[Manifiesto sobre el respeto a las mujeres por una australiana]
Este dibujo es de una mujer, de su forma física que es considerada tan sexual. Resumido por todas las palabras, frases, insultos y juramentos que me han dicho piropos aquí en Colombia, en Australia y en el extranjero.
Esta pieza representa los piropos dirigidos a las mujeres. Yo he estado en Colombia por cerca de cinco meses, y he experimentado un nivel sin precedentes de piropos. Cada vez que camino de mi casa a la universidad oigo a varias personas gritarme cosas, ya sea « oye guapa, princesa » o algo más malicioso como « puta ». Mientras que yo experimento esto en Australia, es mucho más común aquí en Colombia.
Hablé con un amigo colombiano sobre el tema, y me sugirió que « está bien, a las chicas les gusta, les gusta la atención ». Personalmente, hace años, pensaba que las llamadas de piropos eran halagadoras. Creo que esto se debe a que pensé que tenía que ser así, porque no podía esperar que algo tan depredador fuera tan aceptado en la sociedad. Y esta idea, que es halagadora, se refuerza con comentarios que dicen cosas como « a las chicas les gusta », « es inofensivo », « es broma » o « no seas tan sensible ».
Hace unos días, llamé a mis amigas que viven en Colombia, tanto colombianas como extranjeras, para que me dieran su opinión sobre los piropos. Todas ellas dijeron lo mismo: es repugnante, violatorio, degradante e incita al miedo y nos hace sentir inseguros.
Esta idea de seguridad proviene del hecho de que, en la sociedad, nunca estamos seguros de lo que la gente es capaz de hacer. Las mujeres son asesinadas todos los días, violadas cada hora, en todo el mundo. Si alguien es lo suficientemente descarado como para gritar comentarios sexuales sobre el cuerpo de alguien, ¿quién sabe de lo que es capaz? Por supuesto, la mayoría de los hombres están simplemente diciendo piropos, pero es un triste reflejo de nuestra sociedad que la primera reacción de muchas mujeres a estas llamadas es de seguridad y protección. A menudo, cuando me gritan, deslizo mis llaves entre mis dedos para hacer un arma en caso de que necesite defenderme.
Otro hombre, cuando le dije que me llamaban mucho, me preguntó qué llevaba puesto. Este es un tipo de actitud que intenta cambiar la culpa del que llama al que está siendo gritado. No debería importar lo que llevaba puesto. Podría ir desnuda por la calle, o completamente cubierta, y también esperaría no ser abusada por los hombres. La culpa, el 100% de las veces, es de quien considera apropiado degradar a las mujeres. Nunca, nunca, la víctima.
En última instancia, es un reflejo de cómo se percibe a las mujeres en nuestra sociedad, que se considera aceptable gritar piropos. El machismo prevalece en todo el mundo, a pesar de que las mujeres representan el 50% de la población. Y hablar, denunciar este tipo de machismo y piropos, es ser llamado hipersensible o incapaz de aceptar una broma.
En conclusión, los piropos no son halagadores. Son acosos sexuales. Son violando, denigrantes y aterradores.
por Eva Touzeau